El número 7 tiene un gran poder dentro de la numerología y la geometría sagrada.
Su reconocimiento esta adjudicado a todo aquello natural, a lo misterioso y a la realización.
Podemos observar al número 7 en nuestro propio mundo cotidiano regiendo dentro de varios procesos.
Por ejemplo;
- En nuestros días, marcando el 7mo día como realizador de un proceso semanal.
- El satelite natural de la Tierra, la Luna, tambien tiene sus cambios de fases cada 7 dias.
- La escala musical esta compuesta por 7 notas.
- Son 7 los colores del prisma, el ARCOIRIS.
- Asi mismo, para los Hindúes son 7 los chakras, y para el catolisismo, son 7 los sacramentos, pecados y virtudes.
Si observamos la historia y el presente, el número 7 siempre fue elegido y seleccionado por su poder para realizar cualquier tipo de proceso.
Su fureza natural otorga seguridad e inteligencia para ser aplicada bajo las indicaciones dadas.
Las personas dedicadas al trabajo y estudio de la numerología indican a éste como el encargado de pertenecer y/o finalizar un proceso de cualquier índole.
El cierre de un ciclo, un proyecto o una petición debe estar alineado al 7 para lograr un decreto firme, de sentido universal.
La espiritualidad marca el sentido del individuo en la Tierra, haciendolo conciente de su existencia. Entre ellos observamos la suma del 3 y 4 para la unidad del 7. Es decir, el campo celestial (3), el campo terrenal (4), el triangulo y el cuadrado; obteniendo como resultado la fusión de los elementos necesarios para el desarrollo conciente de un individuo.
A continuación una guia practica para comenzar aplicar este conocimiento de manera sencilla y eficaz.
Transformación en 7 semanas
Cada semana se guía por una virtud. Estas virtudes se integran en tres ejes: físico, psíquico y alimenticio.
Semana 1 – ORDEN
Físico: Establecer horarios y rutinas claras.
Psíquico: Organizar tareas, crear estructura mental.
Alimenticio: Comer en horarios definidos y sin distracciones.
Semana 2 – ENERGÍA
Físico: Activación física diaria con intensidad moderada.
Psíquico: Visualizar el día antes de comenzarlo.
Alimenticio: Comer alimentos frescos, vivos y naturales.
Semana 3 – DISCIPLINA
Físico: Entrenar todos los días, con constancia y autocontrol.
Psíquico: Registrar pensamientos repetitivos y cuestionarlos.
Alimenticio: Controlar porciones, evitar excesos.
Semana 4 – RESPETO
Físico: Escuchar al cuerpo: esfuerzo consciente sin sobreexigencia.
Psíquico: Observar antes de reaccionar, mantener la calma.
Alimenticio: Comer lento, con atención plena y sin pantallas.
Semana 5 – SILENCIO
Físico: Hacer ejercicio sin música ni estímulos externos.
Psíquico: Meditación prolongada en silencio profundo.
Alimenticio: Día de ayuno parcial o alimentación liviana.
Semana 6 – CLARIDAD
Físico: Elegir ejercicios que te alineen y no te agoten.
Psíquico: Lectura reflexiva al final del día.
Alimenticio: Eliminar toxinas: solo alimentos naturales.
Semana 7 – INTEGRACIÓN
Físico: Combinar fuerza, movilidad, descanso y conexión consciente.
Psíquico: Observar los cambios internos sin juicio ni análisis.
Alimenticio: Comer desde la intuición, sin rigidez ni culpa.